En el contexto de la declaración de la renta en España, la renta inmobiliaria imputada se refiere a la imputación de una renta ficticia por la propiedad de una vivienda o inmueble, que debe ser incluida en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esta renta imputada se calcula en función del valor catastral del inmueble y se considera como una forma de ingreso para el propietario, aunque no haya sido percibida realmente.
Para el ejercicio fiscal 2012, la renta inmobiliaria imputada se calcula aplicando un porcentaje del 1,1% al valor catastral del bien inmueble. Es importante señalar que este valor puede variar según el municipio donde se encuentre la vivienda, ya que los valores catastrales son determinados por los ayuntamientos.