Renø
Uno de los principales beneficios de acogerse al régimen de Renø es que los autónomos no tienen que pagar la cuota de Seguridad Social, sino que solo pagan una cotización mínima de 50 euros mensuales. Sin embargo, esta cotización es más baja que en el régimen general, por lo que se puede limitar la protección social en caso de enfermedad, accidente laboral o jubilación.