RENDIMIENTOS DE RENTAS POR IMPOSICION DE CAPITALES
El tratamiento fiscal de estos rendimientos puede variar según la naturaleza y origen de los mismos. Por ejemplo, los intereses generados por depósitos bancarios o cuentas de ahorro están sujetos a una retención del 19%, mientras que los dividendos de acciones pueden beneficiarse de una reducción del 60% en la base imponible para aquellas acciones adquiridas antes de 2015.
Es importante tener en cuenta que, a pesar de que estos rendimientos ya han sido gravados con una retención en origen, es necesario declararlos en la declaración de la renta y podrían estar sujetos a una declaración complementaria en caso de haberse pagado una retención insuficiente. Por ello, es fundamental contar con un asesor fiscal experto en la materia para realizar una correcta planificación y optimización fiscal de estos rendimientos.