La reducción de 400 euros en el IRPF es una medida fiscal aplicada en España desde el año 2015 con el objetivo de aliviar la carga tributaria de los contribuyentes y fomentar el consumo. Se trata de una rebaja en el impuesto sobre la renta que se aplica de forma automática a todos los trabajadores y pensionistas con rentas inferiores a los 24.107,20 euros anuales, es decir, a aquellos que se encuentran en los tramos más bajos de tarifa del IRPF.
Además de beneficiar a trabajadores y pensionistas, esta medida también incluye a aquellos contribuyentes que perciben rendimientos del trabajo por cuenta propia, como autónomos o profesionales, siempre y cuando no superen los límites establecidos. Esta reducción se aplica de forma automática en la declaración de la renta y no es necesario realizar ningún trámite adicional para recibirla.