Los rendimientos del trabajo son aquellos ingresos que obtiene una persona por sus servicios prestados a un empleador, ya sea en forma de salario, sueldo, comisiones, dietas, entre otros. Estos rendimientos están sujetos a tributación en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en España.
Además, se consideran también como rendimientos del trabajo las prestaciones por desempleo o por invalidez, así como las indemnizaciones por despido, siempre y cuando no superen los límites establecidos por la ley.