para aceptar la autoliquidacion
La autoliquidación consiste en que el propio contribuyente calcula el impuesto a pagar en base a sus ingresos y deducciones aplicables, y presenta su declaración ante la Agencia Tributaria. Este proceso permite al contribuyente tener un control sobre el cálculo del impuesto y la posibilidad de aplicar las deducciones que le correspondan.
Además, es necesario que la declaración realizada sea fiel al estado real de los ingresos y gastos del contribuyente, ya que la Agencia Tributaria puede comprobar y verificar la información proporcionada. En caso de detectar alguna inconsistencia o error, la Agencia puede realizar una inspección y aplicar sanciones en caso de fraude o mala fe.