Inmobiliario español: Sin ver la luz del túnel
Ya han pasado dos años desde el importante frenazo del sector inmobiliario en nuestro país, cuando cayeron numerosas compañías como Martinsa Fadesa (protagonista del mayor concurso de acreedores de la historia española). Podemos decir que durante todo este período, algo hemos avanzado pero de forma muy tímida. El año 2009 se caracterizó por mostrar una situación más atenuada aunque todavía con muchas incertidumbres derivadas de la debilidad de la demanda y de la fuerte caída de precios. En el año en curso, podríamos decir que el sector ha salido del estado de parálisis viendo repuntes en la actividad inmobiliaria residencial en el primer semestre pero este rebote pudo venir propiciado por varios factores: el ajuste de precios experimentado, los bajos niveles alcanzados por el Euribor y la nueva normativa fiscal que supuso incrementar el IVA en la compra de vivienda nueva del 7% al 8% y la desaparición, a partir de 2011, de la deducción por compra en el IRPF para renta s superiores a 24.000 euros, lo que puede haber influido en las decisiones de compra de muchos inversores.
Sin embargo, las previsiones para los próximos dos años continúan siendo negativas pues todavía el stock de viviendas es importante, la demanda permanecerá muy mermada teniendo en cuenta la complicada situación del mercado laboral y el acceso a la financiación seguirá siendo complicado (los bancos únicamente facilitan la financiación para deshacerse de los activos inmobiliarios que tienen en cartera).
La poca visibilidad del sector ha tenido, como es normal, su reflejo en bolsa. Así, en lo que llevamos de año hemos visto cómo muchos valores del sector (Reyal Urbis, Urbas, Renta Corporación,..) sufrían penalizaciones en torno al 60%. Creemos que los próximos meses continuarán siendo complicados, por lo que nos mantendríamos al margen del “ladrillo” salvo escasas excepciones. Una de ellas es la de Sacyr. El valor lleva acumulado una caída superior al 40% YTD lo que le ha dejado cotizando a ratios muy atractivos. Además vemos positivo la fortaleza de la cartera de pedidos (con enfoque internacional) y su objetivo de reducir endeudamiento, para lo cual pretende realizar una ampliación de capital y deshacerse de determinados activos.