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Además, se debe incluir la información relativa a los diferentes tipos de rendimientos obtenidos durante el año fiscal, ya sea por trabajo, actividades económicas, capital inmobiliario o mobiliario, entre otros. También es importante declarar las deducciones aplicables, como las aportaciones a planes de pensiones, gastos de formación o donaciones a entidades sin ánimo de lucro.
Finalmente, cabe destacar que la Agencia Tributaria cuenta con sistemas de control y cruces de datos para verificar la información declarada en el IRPF. Por ello, es fundamental que los contribuyentes sean veraces y cuidadosos al incluir la información en su declaración, ya que cualquier discrepancia puede derivar en sanciones o recargos. En caso de dudas o dificultades, siempre es recomendable acudir a un experto en la materia para garantizar una correcta tributación y evitar posibles consecuencias negativas.