La ley de IRPF de España establece que las rentas procedentes de inmuebles también deben ser declaradas en la declaración de la renta. Por lo tanto, es necesario incluir los ingresos obtenidos por el alquiler de cualquier tipo de propiedad inmobiliaria en el impuesto sobre la renta de la persona física. Esto incluye tanto los alquileres de viviendas como los alquileres de locales comerciales u otras propiedades.
Esta reducción se aplica siempre y cuando el contribuyente tenga una base imponible inferior a 24.107,20 euros y el inmueble haya sido alquilado por un plazo mínimo de 3 años. Además, para poder aplicar esta reducción, el inmueble no puede tener una superficie superior a 300 metros cuadrados ni estar ubicado en una zona considerada como urbana.