En España, la herencia de tierras puede tener un impacto importante en la declaración de la renta del año en que se recibe la misma, ya que se considera una ganancia patrimonial y, por lo tanto, está sujeta a impuestos. La primera cuestión a tener en cuenta es que, en caso de heredar tierras agrícolas, se puede aplicar una reducción del 95% en la base imponible de la ganancia patrimonial, siempre que se cumplan ciertos requisitos específicos y que la explotación se mantenga durante al menos cinco años.
Por otro lado, en la declaración de la renta también se deben tener en cuenta los gastos y gastos deducibles relacionados con la herencia de tierras. Entre ellos, destacan los gastos de notaría y los de impuestos y aranceles notariales. También se pueden deducir otros gastos como los de abogados, gestoría o tasación de la propiedad, siempre y cuando estén debidamente justificados.