garantia inmobiliaria
La finalidad de la garantía inmobiliaria es proteger al propietario del inmueble ante la posibilidad de no recibir los pagos acordados en el contrato de arrendamiento. En caso de que se produzca un impago por parte del inquilino, el arrendador podrá utilizar esta garantía para cubrir las mensualidades pendientes o los posibles daños o desperfectos en el inmueble.
Para el inquilino, la garantía inmobiliaria supone un desembolso adicional al inicio del contrato de arrendamiento, que se devuelve al finalizar el mismo si no hay ningún problema. En caso contrario, si el propietario hace uso de la garantía, el inquilino deberá reponerla para mantenerla en el mismo nivel acordado al inicio del contrato.