Como sucede en todas las comunidades autónomas de España, en Álava también se aplica el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) como principal medio de recaudación de impuestos por parte de la Hacienda Pública. Sin embargo, cada comunidad autónoma tiene la capacidad de establecer su propia escala de tipos del IRPF, lo que puede generar diferencias en el importe final que los contribuyentes deben pagar en sus declaraciones de la renta.
El tramo más bajo, que va del 9,5% al 12%, se aplica a las personas que tienen una base liquidable general inferior a 12.450 euros. A medida que la base liquidable aumenta, también lo hace el tipo impositivo, llegando al tramo más alto, del 48%, para aquellas personas que tienen una base liquidable superior a 60.000 euros.