EL MODELO 620 ES UN TRIBUTO FISCALMENTE DEDUCIBLE
Para poder beneficiarse de esta deducción, es necesario cumplir una serie de requisitos, como que la operación que generó el pago del modelo 620 haya sido realizada en el ejercicio fiscal correspondiente y que este gasto esté debidamente justificado y registrado en la contabilidad de la persona o empresa.
En resumen, el modelo 620 puede ser considerado como un tributo fiscalmente deducible, lo que permite que aquellos contribuyentes que deben pagarlo puedan reducir su carga fiscal en la declaración de la renta. Esto supone una importante medida de alivio para aquellos que se ven obligados a realizar determinadas operaciones que generan un incremento de valor en su patrimonio y, por lo tanto, deben hacer frente al pago de este impuesto.