La domiciliación del pago de la renta de 2012 es una opción que permite a los contribuyentes españoles realizar el pago de su declaración de Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de forma automática a través de una orden de domiciliación bancaria. Esto significa que el importe correspondiente a la declaración se cargará directamente en la cuenta bancaria indicada por el contribuyente.
Para poder optar por la domiciliación del pago, el contribuyente debe indicarlo en su declaración de IRPF y proporcionar los datos de su cuenta bancaria. También existe la posibilidad de cambiar de cuenta bancaria para el pago si se desea.