deudas
Una de las obligaciones que tenemos los ciudadanos españoles es la de pagar impuestos, entre los cuales se encuentra el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Sin embargo, en muchas ocasiones nos encontramos en una situación en la que no podemos cumplir con esta responsabilidad debido a diversas causas, como por ejemplo la imposibilidad de pagar en el plazo establecido o los errores en la presentación de la declaración.
En primer lugar, hay que señalar que las deudas con la Agencia Tributaria no prescriben, es decir, no existe un plazo máximo para que puedan reclamarse, por lo que es importante tratar de resolverlas lo antes posible. Además, la deuda con Hacienda puede ser reclamada mediante embargo de cuentas bancarias, bienes inmuebles e incluso nóminas, por lo que es importante afrontarla y buscar una solución para evitar estos embargos.
Otra opción es realizar un acuerdo de pago con la Agencia Tributaria, en el que se establecen unas condiciones para abonar la deuda en un plazo determinado. En este caso, también es necesario aportar una serie de documentación y cumplir con los requisitos establecidos.