La desgravación por mejora de vivienda en la Declaración de la Renta de 2012 fue una medida fiscal implementada por el Gobierno español con el objetivo de incentivar la rehabilitación y la mejora de las viviendas en el país. Esta desgravación consistía en la posibilidad de deducir un 10% de las cantidades invertidas en la mejora o reforma de la vivienda habitual, con un límite máximo de 12.000 euros.
Sin embargo, cabe destacar que esta desgravación estuvo en vigor únicamente durante el ejercicio fiscal de 2012, finalizando el 31 de diciembre de ese mismo año. Por lo tanto, en la Declaración de la Renta de 2019 no fue posible aplicar esta deducción, ya que se encontraba derogada desde 2013.