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En Castilla y León, las deducciones por adecuación de infraestructuras tecnológicas (I.T.C.) son un beneficio fiscal que está disponible para empresas que invierten en su tecnología. Estas deducciones buscan incentivar el desarrollo tecnológico y la modernización de las empresas en la comunidad autónoma.
La cantidad que se puede deducir es del 10% de la inversión realizada, con un límite de 15.000 euros por ejercicio fiscal. Esta deducción se aplicará en la liquidación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en el periodo correspondiente al ejercicio en el que se realizó la inversión.
En resumen, las deducciones por adecuación de infraestructuras tecnológicas en Castilla y León son una herramienta que favorece la modernización y competitividad de las empresas, incentivando la inversión en tecnología y contribuyendo al desarrollo económico de la región. Es importante estar al día con las obligaciones tributarias y cumplir con los requisitos establecidos para poder beneficiarse de estas deducciones.