De Patrimonio Personal a Patrimonio Empresarial
Por otro lado, cuando una persona decide emprender y crear su propio negocio, pasa de ser un contribuyente individual a uno empresarial. Esto significa que sus ingresos y patrimonio estarán ligados directamente a la actividad empresarial que está desarrollando. En este caso, estará sujeto a tributación en el Impuesto sobre Sociedades y no en IRPF. Además, los beneficios y pérdidas de su empresa afectarán directamente a su patrimonio.
Otra ventaja de convertirse en un patrimonio empresarial es que existen ciertas reducciones fiscales y beneficios que pueden aplicarse en determinadas situaciones, como por ejemplo la exención en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en caso de transmitir la empresa a un familiar.