Cuanto desgrava un entierro
En primer lugar, para que los gastos de entierro sean deducibles en el IRPF, deben ser considerados necesarios y estar debidamente justificados. Es decir, deben ser gastos razonables y estar relacionados directamente con el fallecimiento, como por ejemplo, los gastos de funeral, sepultura, ataúd, corona funeraria, etc.
Por otro lado, para poder deducir estos gastos, el fallecido debe ser el titular del IRPF, es decir, ser contribuyente del impuesto. En caso de que el fallecido sea un dependiente o familiar del contribuyente, los gastos de entierro no serán deducibles.