En primer lugar, es importante entender qué se entiende por contrato en formación en el contexto de la tributación en módulos del IRPF en España. Este tipo de contrato, también conocido como contrato para la formación y el aprendizaje, es un contrato laboral especial dirigido a jóvenes entre 16 y 25 años que combina formación teórica con actividad laboral remunerada. Los trabajadores sujetos a este tipo de contrato reciben una remuneración que está compuesta por dos partes: una parte teórica, que equivale al salario mínimo interprofesional, y otra parte práctica, que representa un porcentaje del salario mínimo interprofesional en función del año de formación en el que se encuentren.
Además, es importante tener en cuenta que para poder aplicar el sistema de módulos, el trabajador debe estar dado de alta en el régimen de autónomos de la Seguridad Social, ya que se considera como un trabajador por cuenta propia. En este caso, los ingresos obtenidos por el contrato en formación se imputarán al epígrafe correspondiente a la actividad económica desarrollada por el trabajador autónomo.