El «Cheque Vivienda 2012» fue una iniciativa del Gobierno de España en el año 2012 que tenía como objetivo principal fomentar la compra y el alquiler de viviendas mediante una deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esta medida fue tomada como parte del Plan de Estímulo Económico y se incluyó en la Ley de medidas para el mantenimiento y creación de empleo.
Para poder beneficiarse de esta medida, era necesario cumplir ciertos requisitos, como ser residente fiscal en España y tener unos ingresos inferiores a 24.107,20 euros anuales en el caso de individuos solteros o 40.519,80 euros anuales en el caso de unidades familiares. Además, solo se podía aplicar la deducción a una única vivienda habitual.