Calcular el Rendimiento Neto Reducido en Operaciones de Capital Mobiliario
Una vez obtenido el rendimiento neto íntegro, se pueden deducir los gastos necesarios para la obtención de dichos ingresos, como por ejemplo los gastos de administración y custodia, los gastos de intermediación o las comisiones bancarias. Además, también pueden deducirse las pérdidas y deterioros sufridos en las inversiones mobiliarias, así como los intereses y gastos financieros derivados de la obtención de tales rendimientos. Una vez restadas estas deducciones, se obtiene el rendimiento neto reducido en operaciones de capital mobiliario, que será el que finalmente se incluya en la declaración del IRPF.