Los bienes escasos de valor son aquellos que, debido a su rareza o alta demanda en el mercado, tienen un valor más alto que otros bienes de características similares. En el ámbito del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en España, se consideran como bienes escasos a aquellas inversiones o activos que no se encuentran disponibles en grandes cantidades en el mercado y cuyo valor puede aumentar considerablemente en un corto plazo de tiempo.
En cuanto al tratamiento fiscal de estos bienes en el IRPF, se aplica una tasa del 19% sobre las ganancias obtenidas por su venta o transmisión. Sin embargo, en el caso de acciones o participaciones en empresas, se puede optar por la aplicación de la tarifa progresiva del impuesto sobre las rentas del capital, que puede resultar en una tasa impositiva menor.