años 2010, 2011, 2012, 2013
En 2011, se aprobó la Ley 26/2011, que continuaba con las medidas de la reforma anterior. Se mantuvieron las modificaciones del gravamen complementario para las rentas más altas y se estableció una subida del tipo impositivo para las rentas del capital. También se implantó una reducción del 15% en la base imponible del IRPF para los primeros 3.000 euros de rentas del trabajo y se crearon nuevas deducciones para familias numerosas y personas con discapacidad.
Por último, en 2013, se aprobó la Ley 16/2013, que supuso la mayor reforma fiscal desde la crisis económica. Se redujeron los tipos impositivos y se eliminó el gravamen complementario para las rentas más altas, lo que supuso una bajada de impuestos para la mayoría de los contribuyentes. Sin embargo, se introdujeron nuevas figuras impositivas, como el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas No Residentes o el Impuesto sobre el Patrimonio. También se redujeron las deducciones y se eliminó la reducción del 40% para los emprendedores.