amortizaciones por escaso valor
La amortización por escaso valor permite a las empresas deducir el gasto correspondiente a la depreciación en el cálculo del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o del Impuesto sobre Sociedades (IS). Esto significa que el propietario de la empresa puede reducir su base imponible en el importe de la amortización, lo que se traduce directamente en un menor pago de impuestos.
En resumen, las amortizaciones por escaso valor son una herramienta útil para las empresas en España, ya que les permite reducir su carga fiscal al reflejar de manera más precisa el desgaste de los activos en su contabilidad, evitando así la depreciación excesivamente prolongada en el tiempo.