Cuando hablamos de «aceptar propuesta» en el contexto del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en España, nos referimos a la respuesta positiva que una persona da a una oferta de regularización de su situación fiscal por parte de la Agencia Tributaria. Esta propuesta puede ser realizada por la propia administración tributaria o bien por el contribuyente de forma voluntaria.
La aceptación de la propuesta también puede implicar el pago de una cantidad de dinero en concepto de sanción o intereses de demora, dependiendo del tipo de regularización que se esté llevando a cabo. En algunos casos, la Agencia Tributaria puede ofrecer un plan de pagos para facilitar el cumplimiento de la deuda.