En España, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es un impuesto directo que grava la renta de las personas físicas residentes en el país. El pago de este impuesto se realiza a través de retenciones que se aplican en las nóminas o los rendimientos de trabajo, lo que significa que el empleador o pagador retiene una parte del salario o ingresos del trabajador y lo abona directamente al Estado como pago adelantado del IRPF.
También están obligados a retener el IRPF aquellos que pagan determinados tipos de rendimientos de capital, como los intereses de cuentas bancarias o los dividendos de acciones. En estos casos, la retención se realiza a través de los propios pagadores, como los bancos o las empresas que distribuyen dividendos.