cuota resultante de la autoliquidación.
Una vez calculada la base imponible, se aplicarán los tipos impositivos establecidos por la ley para determinar la cuota resultante de la autoliquidación. En el IRPF de España, estos tipos impositivos son progresivos, lo que significa que a medida que aumenta la base imponible, también lo hace el tipo impositivo aplicable. En los últimos años, se han establecido diferentes tramos en función de la base imponible, con tipos impositivos que oscilan entre el 19% y el 45%.