El rendimiento íntegro, en términos fiscales, se refiere a aquellos ingresos obtenidos por una persona física o jurídica, ya sea en forma de dinero o en especie, que están sujetos a la tributación en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en España. Se trata de la base imponible sobre la que se calcula el impuesto a pagar por parte del contribuyente y está definida en el artículo 14 de la Ley del IRPF.
Para determinar el rendimiento íntegro, es necesario tener en cuenta los gastos y deducciones permitidos por ley, que permiten reducir el importe del rendimiento a declarar y, por tanto, el impuesto a pagar. Entre estos gastos se encuentran los gastos de personal, los gastos de seguridad social, los gastos financieros, entre otros.