Los rendimientos del trabajo son aquellos ingresos que un contribuyente obtiene como consecuencia de su labor o actividad profesional. Están incluidos en la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y son gravados de acuerdo a una tarifa progresiva, es decir, a medida que aumentan los ingresos, se aplica un mayor porcentaje de impuestos.
Además, en algunos casos, también son considerados rendimientos del trabajo los ingresos derivados de actividades profesionales independientes, como los honorarios por servicios prestados o las ganancias obtenidas en la realización de actividades artísticas.