En España, cada año los contribuyentes deben presentar su declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) antes del 30 de junio, en caso de no tener rentas obtenidas fuera de España, o antes del 31 de diciembre si se tienen rentas en el extranjero. Sin embargo, en ocasiones puede ocurrir que el contribuyente no haya obtenido sus datos fiscales a tiempo, ya sea por retraso en su recepción o porque no haya solicitado una cita previa en la Agencia Tributaria para obtenerlos.
Una vez presentada la solicitud, la Agencia Tributaria procederá a enviar los datos fiscales al contribuyente en un plazo aproximado de 10 días hábiles. Es importante tener en cuenta que, una vez recibidos los datos fiscales, el contribuyente deberá presentar su declaración de IRPF en un plazo máximo de 10 días. Si no se cumple con este plazo, se podrán aplicar sanciones por presentación fuera de plazo.