Escala General y Autonómica del Impuesto
Además de la escala general, cada comunidad autónoma también tiene la capacidad de establecer su propia escala autonómica del IRPF. Esto significa que los contribuyentes de cada comunidad autónoma pueden tener tipos impositivos diferentes a los de la escala general, lo que puede suponer una variación en la cantidad de impuestos a pagar. Por ejemplo, en Madrid se aplica una escala autonómica con tramos y tipos inferiores a la escala general, mientras que en Cataluña se aplican tipos superiores a los de la escala general.
En resumen, la escala general y autonómica del IRPF en España es un sistema progresivo y variable que establece distintos tramos y tipos impositivos para determinar la cantidad de impuesto a pagar en función de la renta obtenida. La existencia de la escala autonómica permite una mayor flexibilidad y adaptación del impuesto a las distintas realidades económicas de cada comunidad autónoma.