vivienda habitual alquiler
Otra ventaja fiscal es la reducción del rendimiento neto del alquiler en un 60% en la base imponible del IRPF. Esto se aplica a los arrendamientos de viviendas que se destinen a vivienda habitual de los inquilinos, siempre y cuando el arrendador sea una persona física y el contrato de alquiler sea por un periodo mínimo de tres años.