Deduccion por Obtencion de Rendimientos de Trabajo
El importe de la deducción es del 30% de los rendimientos de trabajo netos obtenidos en el ejercicio, con un límite máximo de 2.000 euros anuales. Es decir, si un trabajador tiene un rendimiento neto de 25.000 euros anuales, aplicando la deducción del 30%, se le restarán 7.500 euros a su base imponible, lo que supondría un ahorro en su declaración de IRPF de 2.000 euros.