3. Reducciones sobre el Rendimiento Neto del Capital Inmobiliario
La primera reducción, la del arrendamiento de vivienda, es la más conocida y utilizada por los contribuyentes. Esta reducción es aplicable a aquellos contribuyentes que alquilan una vivienda destinada a residencia del inquilino. Se trata de una reducción del 60% sobre el rendimiento neto del alquiler, siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos, entre ellos que el contrato de alquiler se haya celebrado antes del 31 de diciembre de 2014.
Por último, la reducción por arrendamiento de otros bienes inmuebles se aplica a aquellos contribuyentes que alquilan bienes inmuebles que no sean vivienda ni locales de negocio. Esta reducción es del 100% si el contrato de alquiler es de duración igual o superior a tres años y del 60% en el caso de contratos de duración inferior a tres años.