El término «resultado positivo de la renta» se refiere al saldo de ingresos y gastos obtenido por una persona física durante el ejercicio fiscal, es decir, el periodo de un año en el cual se calcula su impuesto sobre la renta (IRPF). Este concepto es fundamental en la declaración de la renta, ya que determina si el contribuyente tendrá que pagar impuestos o si, por el contrario, recibirá una devolución.
Una vez obtenido el resultado positivo de la renta, se le aplica el tipo impositivo correspondiente según la escala de tramos establecida por Hacienda. Los tramos impositivos van desde el 19% para rentas bajas hasta el 45% para las más altas. Por lo tanto, cuanto mayor sea el resultado positivo de la renta, mayor será el impuesto a pagar.