Deducibilidad Gastos Financieros
Para que los gastos financieros sean considerados deducibles, es necesario que estén vinculados directamente con la actividad económica o profesional del contribuyente. Esto significa que deben haber sido incurridos para obtener o mantener los ingresos de la actividad. Por ejemplo, los intereses pagados por un préstamo para adquirir maquinaria utilizada en una actividad empresarial serían deducibles.
Cabe destacar que existen ciertos límites y restricciones a la deducibilidad de los gastos financieros. No se podrán deducir, por ejemplo, aquellos que correspondan a intereses de demora, sanciones o recargos. Además, existen límites cuantitativos en función de la cuantía de los ingresos obtenidos por la actividad económica o profesional. En general, solo podrán deducirse los gastos financieros hasta una cantidad equivalente al 30% del rendimiento neto de la actividad.